LA
PRIMERA ENTIDAD DE BIEN PÚBLICO CON FINES SOCIO-CULTURALES DE NUESTRO PUEBLO,
HASTA EL MOMENTO ABSOLUTAMENTE IGNORADA POR LA HISTORIA LOCAL
No
debe resultar insólito que, cuando en 1928, Alberto Rovero, los ingenieros
Narbondo y Quartino y el doctor Soler, constituyeron la primera entidad de bien
público, integrada formalmente en este pueblo de Ituzaingó, para concretar
adelantos culturales, religiosos y urbanísticos: LA UNIÓN VECINAL DE ITUZAINGÓ,
eligieron como mentor paradigmático "al más grande hombre civil de los
argentinos" según Mitre: Bernardino Rivadavia.
LA
UNIÓN VECINAL DE ITUZAINGÓ. La primera entidad de bien público con fines
socio-culturales
Cabe
aclarar para aventar equívocos, que la Unión Vecinal, nunca se rotuló como
sociedad comercial y edilicia y que los miembros de su comisión directiva
únicamente fueron los que aparecen en el siguiente cuadro:
COMISION DE LA
UNION VECINAL DE ITUZAINGÓ
Presidente: Ing.
Juan L. Narbondo
Vicepresidente: Sr. Alberto Rovero
Secretario Dr.
Angel R. Soler
Tesorero Sr.
Arturo Lagomarsino
Vocales: Ing. José N. Quartino
Sr. Pompeo Boggio
Sr. Antonio V. Ottonello
Sr. Victorio M. Picasso
Dr. Vicente Novaro
Sr. Otto Ratzsch
Sr. Eduardo Buscaglia
Suplentes:
Ing. Daniel Iribarne
Dr. Tucídides Soldano
Sr. Cornelio Vivanco
Esc.Oscar A.Medina
Sr. Julio C. Rossi
Sr. Juan Capelli
Ing. Adolfo Arcansol
Sr. A. G. Frontini
En
la gestión para imponer un nuevo nomenclador en las calles de Ituzaingó, lal
entidad expresaba "que es deber de los pueblos mantener el recuerdo de
quienes constituyeron ejemplos de patriotismo" conforme a ella se obtuvo
del Concejo Deliberante de Morón, por ordenanza del 9 y del 28 de diciembre de
1929, el nombre de más de cien calles y de dos plazas de Ituzaingó, eran
próceres que actuaron en la guerra de la Independencia y en la batalla de
Ituzaingó.
En
una entrevista mantenida por esa época con el ingeniero Ernesto Boatti, por
entonces Ministro de Obras Públicas de la provincia de Buenos Aires, los
directivos Soler, Quartino y Rovero, obtuvieron agilizar los trámites para la
construcción del edificio de la Comisaría y para obtener los terrenos destinados
al edificio de la Iglesia y a la biblioteca Bernardino Rivadavia, reclamo que
venían efectuando desde el principio de las actividades de la Unión Vecinal. La
dificultad provenía en que no se poseía título de donación de los solares, que
destinados a actividades públicas aparecían en el plano fundacional de Pedro
Benoit.
El
problema de los títulos se trasladó posteriormente al escribano Petrelli, que
mediante un cuidadoso análisis, consiguió parcialmente aclarar el oscuro origen
de la documentación exhibida por el fundador del pueblo Manuel Rodríguez
Fragio.
*
La Unión Vecinal efectuó su primera publicación de importancia en 1931,
"La Apoteosis de Don Bernardino Rivadavia" cuidadosa antología en la
que se publican opiniones sobre Rivadavia de importantes protagonistas de
nuestra historia.
En
1933 la Unión Vecinal pensó en un Rivadavia redivivo, a perpetuidad su nombre
debía figurar de oriente a occidente en el territorio de la Patria. Una forma
de conseguirlo era imponer su nombre a la ruta 7 que empezaba a
delinearse. Las gestiones realizadas en tal sentido -llegaron hasta la
presidencia de la República- se publicaron en un opúsculo, "Bernardino
Rivadavia". Homenaje a su memoria. La publicación de referencia
marca el tesón de sus miembros y el grado de trascendencia pública que había
obtenido la Unión Vecinal de Ituzaingó.
*
Epílogo: el nombre de Rivadavia perdura en la ruta, opacado en algunos tramos,
por el de personajes que aun no han recibido el juicio ecuánime de la historia.
En cuanto a la unión vecinal soportó el fatalismo tradicional de los
emprendimientos constructivos, cuando caen víctimas de los avatares
políticos.
Fuente Documental:
Santiago
Rodríguez Melgarejo, vecino e historiador de Ituzaingó de largos méritos entre
los que se cuenta el hallazgo del plano fundacional de 1872, fallece en
Ituzaingó en el año 2005.